SUICIDIO ASESINADO

"Me quedé paralizado otra centésima de segundo. Me convertí en piedra ".

Autora: Luz Angélica Alvarado

MICRORRELATO

Hoy no me importa nada, no me importa nadie, no me importo yo, no me importa el aire, mucho menos me importas tú. Hoy no cabe nada, no cabe nadie, no cabe el quizá, no cabe el pasado, no cabe

Ilustración: Aykut Aydogdu

el futuro, ni cabe el arrepentimiento. Hoy no me interesa nada, no me interesa nadie, no me interesa lo que pudo haber sido y aún menos lo que fue. Hoy nadie significa nada y nada significa nadie, hasta yo, hasta tú; hoy no se atañen pesares ajenos ni tristezas pasadas; hoy sólo afecta el hoy, este frío presente, éste fastuoso ahora, éste penoso momento de tenerte en mis brazos. Cómo entender que acabas de cometer dos crímenes y uno sin memoria, sin tu sentido o con él, no comprendes que el asesinato fue contra ti y el suicidio contra mí. Por mi peso hacia ti, por tu ligero amor hacia mí; por mis fallas, por tus reproches. Y aún con los pesares éramos alegres, no felices, alegres, porque era tan solo de instantes, sonrisas momentáneas. Y aun así te quiero como se olvidan las cosas más bonitas del infierno, de mi infierno, porque te odio, porque me hieres, porque me importas, porque cabes, porque interesas, porque significas, porque te amo...

Se asomaron mis derrotas a la ventana, el sol las acaricia con un velo caluroso de despedida, un brillo sombrío con sazón a muerte y la promesa de un nuevo día sin más que una esperanza, un deseo imperioso de saciar mi sed de culpa. Sólo queda entregarme a la espera y a la suerte de que el destino y el karma confabulen en mi contra.