BAJO LA PIEL DEL ASESINO

Lilibeth García

POESÍA.

“¡Soy culpable de asesinato! ¡Soy víctima por mi propia mano!”

Abrió los ojos

se encontró bajo tierra

encerrado en una caja de madera

Todo estaba oscuro

y él, acostado

escuchó el silencio chocando

sobre el suelo que lo recubría

Golpeó la madera creyendo

que alguien escucharía

que alguien estaba cerca

Gritó, pero el auxilio se ahogó

No recordaba cómo había llegado allí

ni quién lo enterró

Bajó los ojos y

con la poca luz que entraba

logró ver sus manos

eran un racimo de tierra

¡Soy culpable de asesinato!

¡Soy víctima por mi propia mano!

Fotógrafo: Hugh Huddleson

Recordó que

caminaba delirante

sobre un suelo que se movía

en su contra

Caminaba creyendo que tenía un destino

convencido de que lo tenía

Se detuvo de repente

y se vio fuera de sí

Se vio y

su desgastada existencia

le resultó desagradable y triste

así que decidió

con sus propias manos

cubrir su cuello

y matar a ese que no era él

el que no había sido

sonreía a medida que

apretaba con más fuerza

sabiendo que así

moriría para poder

vivir.